El 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio para concientizar sobre las señales de alerta de este problema de salud pública.
Informar con empatía y respeto es la base para tratar este tipo de noticias. Los periodistas tienen una gran responsabilidad al momento de cubrir los suicidios, ahora incluso más debido al crecimiento de la tasa de intentos de suicidio en el Perú. Según cifras del Ministerio de Salud, entre enero y julio de 2024, se reportaron 1.320 intentos de suicidio, lo cual representa un incremento del 8% en comparación con el mismo periodo del 2023.
Este 2024, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo un llamado para «reemplazar la narrativa estigmatizante sobre el suicidio y fomentar una cultura de apoyo y comprensión». Según esta misma organización, solo en el continente americano, cerca de 100.000 personas mueren por suicidio anualmente.
Ética profesional
¿Qué debe hacer un periodista? Álvaro Valdivia, director y fundador de Sentido, centro especializado en la prevención del suicidio, indica que lo primero es reportar el intento de suicidio o el suicidio de manera sobria. La información más relevante debe colocarse sólo en páginas internas, mas no en portada. Y en el caso de la televisión, esta información no debe ser brindada como parte de un titular o avance informativo.
En segundo lugar, es vital trabajar de la mano con las autoridades del caso a fin de que sean ellos quienes brinden datos de interés, sin sesgos ni juicios de valor del reportero o redactor. Para eso, es importante apoyarse en cifras que ayuden a entender este problema de salud pública.
También es importante entrevistar a especialistas en el tema: psicólogos, psicoterapeutas, psiquiatras de centros de salud públicos y privados de salud mental. De esta manera, se obtendrá información de fuentes confiables y se evitarán las conjeturas y adjetivos calificativos en la nota.
Tercero, un periodista, ante todo, debe tener humanidad y ponerse en los zapatos de la persona que se suicida. No olvidar que las imágenes que se graben y difundan se quedarán para siempre por el rebote en redes sociales y las familias pueden ser las más afectadas.
Hoy más que nunca, hay doble responsabilidad en los medios de no ser sensacionalistas y amarillistas en el tratamiento de la noticia. ¿Cómo contribuir con esta problemática? Es esencial que al final de una nota o reportaje, se brinde teléfonos de centros de ayuda para que los lectores, oyentes o televidentes con el fin de que sepan adónde acudir en estos casos.
A continuación, los 8 grandes NO al momento de cubrir este tipo de noticias:
- No revelar, en ningún caso, la dirección ni la identidad de la persona que intenta suicidarse o se suicida, tampoco es válido publicar fotos o imágenes de las víctimas en ningún caso, con mucha más razón si esta es menor de edad. De hecho, de acuerdo con la OMS, el riesgo de suicidio es mayor en adolescentes y jóvenes.
- No mencionar el método suicida utilizado ni hacer comentarios subjetivos, sesgados y/o sensacionalistas sobre el «por qué» o «cómo» lo hizo, ni en fotos ni en el texto. En el caso de las imágenes, no utilizar el zoom para hacer acercamiento a detalles.
- No glorificar el suicidio. Evitar referirse a él como un hecho logrado o no exitoso, ni como un acto cobarde o valiente.
- No entrevistar a los sobrevivientes de suicidio ni su entorno cercano de manera sensacionalista con el fin de alimentar el morbo. El dolor debe respetarse siempre.
- No especular sobre lo que sucede, ya que el suicidio tiene múltiples causas.
- No culpar a la persona que quiere suicidarse con expresiones como «causó tremendo alboroto» o «llamaba la atención». Esto puede generar en las personas la idea de que no van a hacer apoyadas cuando decidan pedir ayuda.
- No propalar videos de suicidios o material explícito. Ninguna primicia o pepa puede pasar por encima del respeto a la víctima y sus familiares.
- No interpretar hechos sobre los cuales no se tiene información precisa, adecuada ni formación académica pertinente (salud mental, psicología, psiquiatría, medicina, etc.).
¿Qué hacer si detectamos a alguien en riesgo de suicidio?
- Hablemos y, sobre todo, escuchemos.
- Preguntar si han pensado en la muerte como una alternativa.
- Preguntar si es una opción en este momento.
- Retirar objetos que pueden implicar un riesgo.
- No dejar a la persona sola.
- Acudir a tu sistema de soporte: familiares, amigos, terapeuta, psiquiatra.
- Acercar a la persona a fuentes confiables de salud mental.
Hoy es imprescindible hablar acerca del suicidio y mantenerse conectados con la familia y los amigos para una prevención oportuna de este problema que puede aquejar a cualquiera. La salud mental no discrimina.