El estrés causado por la Covid-19 puede presentarse en cualquier momento y afectar tu productividad. Expertos brindan útiles consejos para sobrellevarla.
Llevamos casi un año conviviendo con la pandemia y esto puede ser muy agotador. Esta información no es nueva, pero sí es necesario compartirla para darle un nombre a cómo nos hemos sentido desde que todo esto empezó.
En el podcast «Coronavirus. Realidad versus Ficción», el Dr. Elmer Huerta define a la fatiga pandémica como una sensación de apatía, desmotivación y agotamiento mental que sufre una persona, que no necesariamente se contagió de coronavirus.
¿Qué la origina? No es solo la pandemia en sí, sino también los cambios en el estilo de vida asociados a las cuarentenas, la ansiedad producida por el miedo a contagiarse o contagiar a seres queridos, las constantes malas noticias, el temor a perder el trabajo, la soledad causada por la falta de contacto.
Los síntomas son diversos y es importante identificarlos para poder tratarlos. Sentirse mentalmente agotado, indefenso, triste, preocupado, frustrado e irritable son solo algunos y se traducen en trastornos del sueño, del apetito y la concentración mental.
En la vida personal y laboral se pueden manifestar también a través de nerviosismo, irritabilidad, y falta de motivación para hacer incluso las cosas que más nos gustan. Y en muchos casos, querer apartarse de los demás.
Consejos
La Universidad de California de Los Ángeles compartió útiles consejos para combatir este estrés específico y que todos en casa podemos empezar a practicar para evitar que la fatiga pandémica afecte nuestra salud.
Recuerda que estas recomendaciones no buscan reemplazar la terapia psicológica que es muy necesaria si sientes que los síntomas te sobrepasan y no permiten que desarrolles tus actividades a diario.
Cuida tu cuerpo
Haz ejercicio a diario o tres veces por semana. Elige tu actividad favorita: yoga, box, running, con el fin de moverte de 30 a 60 minutos. Come saludablemente, incluye frutas y verduras en tu plan nutricional así como 25% de carbohidratos en tus platos principales para darte la energía que necesitas. Duerme a la misma hora cada noche y evita el uso del celular una hora antes de acostarte.
Dosifica tu consumo de noticias
No necesitas tener la tele prendida o estar conectado a portales de noticias 24/7. Limita tu consumo a una hora o menos al día. Si bien es bueno estar bien informado, sumergirse todo el día en noticias te sobrecarga de emociones negativas y agota tu energía. En vez de eso, prefiere la música y los podcast que, por ser solo piezas de audio, no sobreestimulan.
No te aisles
Conéctate con los demás. Esta pandemia ha reconfirmado que los seres humanos somos criaturas sociales por naturaleza. Estar solo y sentirse aislado puede aumentar el estrés y la desesperanza.
Eso sí, guarda el distanciamiento físico con personas extrañas a tu hogar. Programa llamadas telefónicas, videoconferencias y chatea con tu familia y amigos, puedes compartir fotos del recuerdo con ellos compartiendo tu pantalla. También puedes asistir a servicios religiosos en línea.
Acepta tus emociones
Tratar de reprimir o ignorar los sentimientos no hará que desaparezcan. Si notas que la tristeza, la apatía o la desesperanza interfieren con tus actividades diarias, no tengas miedo de buscar la ayuda de un profesional de salud mental.
Hoy más que nunca, todos necesitamos de un psicólogo que nos dé herramientas para sobrellevar situaciones difíciles. Incluso, la intervención de un psiquiatra para la prescripción de fármacos en caso sea necesario.
Crea nuevas rutinas
No podemos tener la vida que teníamos antes. Aceptarlo es el primer paso para empezar a sanar. Es necesario crear nuevas rutinas en el día y la semana que nos ayuden a sentirnos bien física y emocionalmente.
Reserva un momento del día para hacer algo que te guste y que no tenga que ver con tu trabajo o estudio. Puede ser jardinería, manualidades, lecturas, idealmente algo que no involucre el uso de la tecnología ni de pantallas.